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Cirugía de retina: técnicas modernas y tasas de éxito

Cirugía de retina: técnicas modernas y tasas de éxito

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¿Tu médico te ha dicho que es necesario realizar una cirugía de retina?  Aunque la palabra cirugía puede ser intimidante, es importante que conozcas la necesidad de esta intervención para tu salud ocular. Y, del mismo modo, que resuelvas aquellas dudas que pueden ocasionarte miedo o ansiedad.  

En esta publicación queremos contarte más acerca de la cirugía de retina. Incluyendo los cuidados que debes tener post operación y el porcentaje de éxito.  

¿Por qué se realizan cirugías de retina? 

Las cirugías de retina se realizan cuando hay daños o riesgos de daño en la retina, que es la parte del ojo encargada de captar la luz y enviar las imágenes al cerebro. Si la retina se afecta y no se trata, la visión puede deteriorarse de manera permanente. 

Estas intervenciones buscan principalmente: 

  • Proteger tu visión: Detener el avance de la enfermedad antes de que cause pérdida irreversible de la vista. 
  • Reparar daños existentes: Por ejemplo, volver a colocar la retina en su lugar en casos de desprendimiento, eliminar lesiones en los vasos sanguíneos de la retinopatía diabética o tratar lesiones en la mácula. 

En cuanto a las condiciones que ameritan una cirugía de retina se encuentran: 

  • Desprendimiento de retina, donde la retina se separa de su posición natural. 
  • Retinopatía diabética, que daña los vasos sanguíneos de la retina y puede causar sangrado o cicatrices. 
  • Degeneración macular avanzada, que afecta la visión central y dificulta tareas como leer o reconocer rostros. 
  • Tumores en la retina, como la retinoblastoma, que requieren intervención inmediata. 

Si alguno de los anteriores es tu caso, este es el motivo por el que tu oftalmólogo ha recomendado una cirugía de retina. 

Cirugía de retina: técnicas modernas y tasas de éxito

Cirugía de retina cuidados postoperatorios que debes considerar 

Los cuidados postoperatorios, independientemente de la causa de operación de retina suelen ser:  

  • Respeta el tiempo del postoperatorio. Suele variar según la técnica usada. En el caso de láser para cirugía de retina suele ser de aproximadamente 10 días, tiempo en el que es necesario mantener el reposo absoluto. En el caso de intervenciones con técnicas más complejas la recuperación total es más prolongada (meses o hasta el año). 
  • Mantén la posición boca abajo en caso se haya usado gas para sostener la retina. Esta posición solo debe mantenerse hasta que el gas desaparezca e implica sentarse, dormir, comer boca abajo, etc. 
  • Utiliza los medicamentos prescritos por el médico en el dosaje y frecuencia recomendados. 
  • No puedes volar en avión en caso se hay usado gas en tu intervención, hasta que dicha burbuja hasta desaparecido. 
  • No puedes hacer deportes tras la intervención, por al menos 3 a 4 semanas. 

Comúnmente los médicos prescriben una orden de descanso médico si el paciente ha pasado por una operación de desprendimiento de retina, con una prolongación de hasta un mes. 

¿Cuál es la tasa de éxito de cirugía de rutina? 

En general, si el diagnóstico y la intervención se realizan a tiempo el porcentaje de éxito es de más del 90%.  Los porcentajes, no obstante, dependen del problema tratado y el método empleado.  Por otro lado, existe evidencia que la cirugía combinada aumenta la tasa de éxito hasta en un 10%. 

¿Qué técnicas se usan en la cirugía de retina? 

Si tu médico te ha recomendado una cirugía de retina, es normal sentir algo de incertidumbre. La buena noticia es que existen varias técnicas diseñadas para reparar la retina y proteger tu visión, y la elección depende del tipo y la gravedad del problema. 

  • Cirugía láser de retina. Cuando el desprendimiento aún no es completo y hay pequeños desgarros o agujeros, el láser puede sellarlos. Es un procedimiento rápido y generalmente ambulatorio, que ayuda a evitar que el problema avance, protegiendo la retina de manera eficaz. 
  • Vitrectomía. Esta técnica consiste en retirar parte del gel vítreo del ojo para acceder mejor a la retina y repararla. Se utiliza cuando hay desgarros grandes, hemorragias o membranas que dificultan la correcta adhesión de la retina. Suele realizarse en el quirófano, con anestesia que permite estar cómodo y seguro durante el procedimiento. 
  • Retinopexia neumática. Se coloca una pequeña burbuja de gas dentro del ojo que empuja suavemente la retina hacia su lugar. Es menos invasiva y, a menudo, se realiza en el consultorio. Después, es importante mantener ciertas posiciones de la cabeza durante algunos días para que la burbuja haga su trabajo, mientras el láser sella el desgarro. 
  • Cerclaje escleral. Para casos más complejos, se coloca una banda de silicona alrededor del ojo, que “acomoda” la retina y reduce la tracción que pudo haber causado el desprendimiento. Puede realizarse con anestesia local o general y ayuda a estabilizar la retina a largo plazo. 

Tu especialista elegirá la técnica o combinación de técnicas que mejor se adapte a tu situación. Lo más importante es que estas cirugías buscan restaurar tu visión y prevenir daños mayores, y los resultados suelen ser muy positivos si se actúa a tiempo. 

¿Cuáles son los riesgos de la cirugía de retina? 

Como toda intervención quirúrgica no está exenta de riesgos. Sin embargo, con los cuidados y la preparación adecuada; así como el profesionalismo de los médicos, pueden reducirse.  

  • Sangrado o inflamación dentro del ojo: son poco frecuentes y generalmente se manejan con medicación o cuidados adicionales. 
  • Que la retina no quede completamente adherida: en algunos casos, puede ser necesario hacer otra cirugía para terminar de repararla. 
  • Aumento temporal de la presión ocular: se vigila de cerca y se puede controlar con gotas o medicación. 
  • Infección: es muy rara gracias a los protocolos de higiene y antibióticos preventivos. 
  • Anestesia: si se usa local o general, se toman todas las precauciones para minimizar cualquier reacción o molestia. 
  • Visión parcial: aunque la cirugía busca restaurar la retina, la recuperación depende de cuánto tiempo estuvo desprendida y de la zona afectada. 

Lo más importante es que tu oftalmólogo elegirá la técnica más adecuada para tu caso y te dará todas las indicaciones para cuidarte después de la operación. Estar bien informado y seguir las recomendaciones aumenta mucho las probabilidades de un resultado exitoso y seguro.

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