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La facoemulsificación ha revolucionado el tratamiento de las cataratas, consolidándose como la técnica quirúrgica más utilizada a nivel mundial para la cirugía de cataratas. Su precisión, seguridad y rápida recuperación la han convertido en el estándar de oro para la extracción del cristalino opacificado. En este artículo, abordaremos en profundidad el procedimiento, sus indicaciones, ventajas, complicaciones y perspectivas futuras. ¡Vamos!
La facoemulsificación es una técnica utilizada para la cirugía de cataratas, es utilizada para la extracción del cristalino afectado por cataratas mediante el uso de ultrasonidos. Se basa en la fragmentación del cristalino a través de vibraciones ultrasónicas generadas por una sonda especial, permitiendo su posterior aspiración mediante una microincisión. Una vez retirado el cristalino opacificado, se implanta una lente intraocular (LIO) que restaura la función óptica del ojo.
Este procedimiento se realiza bajo anestesia local o tópica y generalmente es ambulatorio, permitiendo una rápida recuperación del paciente.
La facoemulsificación está indicada en pacientes con diagnóstico de cataratas que presentan una disminución progresiva de la agudeza visual que interfiere en sus actividades diarias. Algunos criterios clave para determinar la idoneidad del procedimiento incluyen:
En pacientes con antecedentes de enfermedades oculares como glaucoma, degeneración macular o alteraciones corneales, es fundamental una evaluación oftalmológica integral para determinar la viabilidad del procedimiento.
La operación de cataratas con facoemulsificación se desarrolla en varias etapas, cada una de ellas crucial para garantizar el éxito quirúrgico:
Antes de la intervención, se realiza una evaluación oftalmológica completa que incluye:
Además, se administra una combinación de midriáticos y anestesia tópica para facilitar la intervención.
El procedimiento tiene una duración aproximada de 15 a 30 minutos y se realiza en un entorno quirúrgico estéril para reducir el riesgo de complicaciones.
Tras la extracción del cristalino, se implanta una lente intraocular que permite recuperar la función visual. Existen diferentes tipos de LIO, cada una con características específicas:
La elección de la lente depende de las necesidades visuales del paciente y su estilo de vida.
Comparada con técnicas quirúrgicas más antiguas, la facoemulsificación ofrece múltiples ventajas:
A pesar de su alta seguridad, la facoemulsificación no está exenta de posibles complicaciones:
El seguimiento postoperatorio y el cumplimiento de las indicaciones médicas son clave para minimizar estos riesgos.
Tras la cirugía, el paciente debe seguir una serie de recomendaciones para optimizar la recuperación:
En la mayoría de los casos, la agudeza visual mejora significativamente en los primeros días, alcanzando su estabilización completa en un mes.
La facoemulsificación sigue evolucionando con nuevas tecnologías que optimizan los resultados quirúrgicos:
Estos avances continúan mejorando la seguridad, eficacia y personalización de la cirugía de cataratas, beneficiando a un mayor número de pacientes. La facoemulsificación representa la técnica más avanzada y segura para el tratamiento de las cataratas, ofreciendo una solución eficaz y mínimamente invasiva. En Clínica Oftalmológica Futuro Visión, contamos con un equipo conformado por los mejores oftalmólogos de Lima, especialistas en cirugía oftalmológica y tecnología de última generación para garantizar los mejores resultados visuales a nuestros pacientes. ¡Visítanos y recupera tu visión!
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