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Maculopatía: Causas, Síntomas y Tratamientos Disponibles
maculopatía es una enfermedad ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina. Esto provoca una pérdida gradual de la visión central y dificultad para ver detalles
Enfermedades Oculares

Maculopatía: Causas, Síntomas y Tratamientos Disponibles

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La maculopatía es una afección ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y nítida. Si ya cuentas con un diagnóstico o tienes sospechas del mismo es crucial visitar un Centro Especializado en Retina y Vítreo y ser evaluado por un Especialista en Retina, ya que, su impacto en la calidad de vida puede ser significativo si no se diagnostica y trata a tiempo. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la maculopatía, sus causas, síntomas y las opciones de tratamiento más efectivas. ¡Vamos!

¿Qué es la maculopatía?

La maculopatía es un término general que engloba diversas enfermedades que deterioran la mácula, causando pérdida progresiva de la visión central. Afecta principalmente a personas mayores, aunque existen formas que pueden manifestarse en edades más tempranas debido a factores genéticos o enfermedades subyacentes.

Tipos de maculopatía

Existen varias formas de maculopatía, pero las más comunes son:

Maculopatía relacionada con la edad o Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una condición progresiva que afecta principalmente a personas mayores de 50 años y es una de las principales causas de pérdida de visión en esta población. Se caracteriza por la degeneración de la mácula, que es la parte central de la retina responsable de la visión detallada y central.

Degeneración Macular Seca (atrófica)

Es la forma más común de esta enfermedad y se caracteriza por un desgaste lento y progresivo de las células de la mácula, lo que provoca una pérdida gradual de la visión central. Aunque es más lenta, en esta modalidad no suele haber sangrados ni exudados (líquidos).

Degeneración Macular Húmeda (exudativa):

Esta forma es menos común pero más agresiva. Se presenta cuando nuevos vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina, lo que puede provocar fugas de sangre o líquido. Esto puede dañar rápidamente la mácula y producir pérdida de visión central súbita o rápida. Aunque es más grave, si se detecta temprano, se pueden utilizar tratamientos como terapias anti-VEGF para frenar su progreso.

Maculopatía diabética:

La maculopatía diabética es una complicación de la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2, que afecta a los vasos sanguíneos de la retina. En este caso, el daño ocurre debido a un control inadecuado de los niveles de glucosa en sangre a lo largo del tiempo, lo que provoca la filtración de líquidos y proteínas en la mácula, afectando su función. Esta condición puede llevar a la visión borrosa, distorsionada y, si no se trata, a la pérdida permanente de visión.

La maculopatía diabética puede ser:

Edema macular diabético:

El edema macular diabético es una de las complicaciones más comunes de la diabetes, especialmente en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 que no han tenido un control adecuado de sus niveles de glucosa en sangre durante un largo período. La mácula es la parte de la retina que permite ver con claridad los detalles y los colores. En esta condición, el aumento de la glucosa en sangre daña los vasos sanguíneos pequeños de la retina, provocando que estos se filtren. Como resultado, el líquido y las proteínas se acumulan en la mácula, causando hinchazón, lo que afecta la visión central.

Síntomas comunes del edema macular diabético:

  • Visión borrosa o distorsionada, especialmente en la parte central del campo visual.
  • Dificultad para leer o reconocer rostros.
  • Sensación de visión acuosa o de manchas en la visión.
  • En algunos casos, el edema puede causar una pérdida gradual de visión si no se trata.

Tratamientos comunes: El tratamiento busca reducir el edema y prevenir daños permanentes. Algunas de las opciones incluyen:

  1. Inyecciones intraoculares: Las inyecciones intravítreas son un tratamiento oftalmológico de vanguardia utilizado para tratar una variedad de enfermedades de la retina y el vítreo. Este procedimiento consiste en la aplicación de medicamentos directamente en el humor vítreo, que ayudan a reducir la inflamación y el edema.
  2. Terapia con láser (Fotocoagulación Láser): El láser se puede utilizar para tratar las áreas de la retina donde los vasos sanguíneos están filtrando líquido.
  3. Control estricto de la glucosa: Mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control es crucial para evitar la progresión del edema macular diabético.

Neovascularización:

La neovascularización se refiere al crecimiento anormal de nuevos vasos sanguíneos en la retina, lo cual puede ser una complicación grave de la maculopatía diabética. Este proceso generalmente ocurre cuando los vasos sanguíneos existentes en la retina se dañan por la diabetes. Para compensar el daño, el cuerpo trata de formar nuevos vasos sanguíneos, pero estos son anormales, frágiles y más propensos a filtraciones. En el caso de la neovascularización, estos vasos anormales suelen crecer hacia la retina y hacia la mácula, lo que puede causar una serie de problemas adicionales:

  • Hemorragias: Los nuevos vasos pueden romperse con facilidad, provocando sangrados en la retina. Esto puede llevar a la aparición de manchas oscuras o flotantes en la visión.
  • Cicatrización: La neovascularización puede provocar la formación de tejido cicatricial, lo que daña aún más la retina y la mácula, afectando gravemente la visión.
  • Desprendimiento de retina: En casos severos, la neovascularización puede contribuir a un desprendimiento de retina, que es una emergencia médica y puede causar pérdida irreversible de visión si no se trata de inmediato.

Tratamiento de la neovascularización:

  1. Inyecciones anti-VEGF: Los medicamentos anti-VEGF son muy eficaces para inhibir la formación de nuevos vasos sanguíneos anormales. Estas inyecciones se administran directamente en el ojo para reducir la neovascularización y prevenir más daño.
  2. Fotocoagulación con láser: El láser se usa para cauterizar los vasos sanguíneos anormales y evitar que sigan creciendo.
  3. Cirugía vitreorretiniana: En casos muy graves, cuando los vasos sanguíneos anormales causan hemorragias importantes o un desprendimiento de retina, se puede requerir cirugía para reparar el daño y restaurar la visión en la medida de lo posible.

Maculopatía miópica:

La maculopatía miópica está asociada a la miopía alta, una condición en la que el ojo tiene una forma más alargada de lo normal. Esta elongación del ojo puede estirar y debilitar la retina, especialmente la mácula, lo que conlleva a cambios degenerativos en esta zona. Las personas con miopía alta corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos maculares, como la formación de áreas degenerativas o la ruptura de la retina, que pueden afectar gravemente la visión central y ser irreversibles.

Maculopatía hereditaria:

Existen diversas enfermedades genéticas que afectan la mácula, conocidas como distrofias retinianas, que pueden llevar a una pérdida progresiva de la visión desde etapas tempranas de la vida. Un ejemplo destacado es la enfermedad de Stargardt, que es una distrofia macular hereditaria que suele manifestarse en la infancia o adolescencia. Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de depósitos en la mácula, lo que provoca una pérdida de visión central. Además de la enfermedad de Stargardt, otras condiciones hereditarias como la retinosis pigmentaria también pueden afectar la mácula, aunque suelen impactar a toda la retina.

Causas y factores de riesgo

Las causas de la maculopatía varían según el tipo, pero los principales factores de riesgo incluyen:

  • Edad avanzada: La DMAE es más frecuente a partir de los 50 años.
  • Antecedentes familiares: La predisposición genética juega un papel clave en algunos tipos de maculopatía.
  • Fumar: Aumenta significativamente el riesgo de desarrollar degeneración macular.
  • Exposición prolongada a la luz ultravioleta: Puede dañar la retina con el tiempo.
  • Hipertensión y colesterol alto: Pueden afectar la circulación en la retina y acelerar el deterioro macular.
  • Diabetes: Eleva el riesgo de maculopatía diabética.

Síntomas de la maculopatía

Los síntomas varían según el tipo y la gravedad, pero los más comunes incluyen:

  • Visión borrosa: Especialmente en la parte central del campo visual.
  • Distorsión de las líneas rectas: Conocido como metamorfopsia, es un síntoma característico de la maculopatía húmeda.
  • Pérdida de sensibilidad al contraste: Dificultad para distinguir entre diferentes tonos de color.
  • Aparición de una mancha oscura en el centro de la visión: Conocida como escotoma central.
  • Dificultad para leer o reconocer rostros: La visión de detalle se ve afectada progresivamente.

Diagnóstico de la maculopatía

Para detectar la maculopatía, los especialistas en oftalmología emplean varias pruebas:

  • Examen de fondo de ojo: Permite observar el estado de la mácula.
  • Tomografía de coherencia óptica (OCT): Muestra imágenes detalladas de la retina y detecta alteraciones tempranas.
  • Angiografía con fluoresceína: Evalúa el flujo sanguíneo en la retina para identificar posibles filtraciones.
  • Prueba de la rejilla de Amsler: Útil para detectar distorsiones visuales en casa.

Tratamientos disponibles

El tratamiento varía según el tipo de maculopatía. Algunas opciones incluyen:

  • Inyecciones intravítreas: Para la maculopatía húmeda, se utilizan fármacos antiangiogénicos que frenan el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos.
  • Fotocoagulación con láser: En ciertos casos de maculopatía diabética, el láser ayuda a sellar vasos sanguíneos que filtran líquido.
  • Suplementos nutricionales: Vitaminas como la luteína, zeaxantina y zinc pueden ralentizar la progresión de la DMAE seca.
  • Control de enfermedades sistémicas: Mantener bajo control la diabetes y la hipertensión puede prevenir complicaciones en la retina.
  • Ayudas visuales: En casos avanzados, dispositivos como lupas electrónicas y filtros especiales mejoran la calidad de vida.

Prevención de la maculopatía

Si bien algunas formas de maculopatía tienen un componente genético, adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo:

  • Dieta rica en antioxidantes: Consumir frutas, verduras y pescado graso protege la retina.
  • Uso de gafas con filtro UV: Protegen contra la radiación solar.
  • Abandono del tabaco: Fumar duplica el riesgo de DMAE.
  • Revisiones oftalmológicas periódicas: Permiten detectar signos tempranos de la enfermedad.

La maculopatía es una afección que puede comprometer seriamente la visión si no se detecta a tiempo. Conocer sus síntomas, factores de riesgo y visitar un Centro Especializado en Retina y Vítreo, permite actuar de manera preventiva y acceder a tratamientos efectivos. Mantener un estilo de vida saludable y acudir a una consulta oftalmológica son claves para preservar la visión a largo plazo. ¡Te esperamos!

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