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La maculopatía es una afección ocular que afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y nítida. Si ya cuentas con un diagnóstico o tienes sospechas del mismo es crucial visitar un Centro Especializado en Retina y Vítreo y ser evaluado por un Especialista en Retina, ya que, su impacto en la calidad de vida puede ser significativo si no se diagnostica y trata a tiempo. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la maculopatía, sus causas, síntomas y las opciones de tratamiento más efectivas. ¡Vamos!
La maculopatía es un término general que engloba diversas enfermedades que deterioran la mácula, causando pérdida progresiva de la visión central. Afecta principalmente a personas mayores, aunque existen formas que pueden manifestarse en edades más tempranas debido a factores genéticos o enfermedades subyacentes.
Existen varias formas de maculopatía, pero las más comunes son:
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una condición progresiva que afecta principalmente a personas mayores de 50 años y es una de las principales causas de pérdida de visión en esta población. Se caracteriza por la degeneración de la mácula, que es la parte central de la retina responsable de la visión detallada y central.
Es la forma más común de esta enfermedad y se caracteriza por un desgaste lento y progresivo de las células de la mácula, lo que provoca una pérdida gradual de la visión central. Aunque es más lenta, en esta modalidad no suele haber sangrados ni exudados (líquidos).
Esta forma es menos común pero más agresiva. Se presenta cuando nuevos vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina, lo que puede provocar fugas de sangre o líquido. Esto puede dañar rápidamente la mácula y producir pérdida de visión central súbita o rápida. Aunque es más grave, si se detecta temprano, se pueden utilizar tratamientos como terapias anti-VEGF para frenar su progreso.
La maculopatía diabética es una complicación de la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2, que afecta a los vasos sanguíneos de la retina. En este caso, el daño ocurre debido a un control inadecuado de los niveles de glucosa en sangre a lo largo del tiempo, lo que provoca la filtración de líquidos y proteínas en la mácula, afectando su función. Esta condición puede llevar a la visión borrosa, distorsionada y, si no se trata, a la pérdida permanente de visión.
La maculopatía diabética puede ser:
El edema macular diabético es una de las complicaciones más comunes de la diabetes, especialmente en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 que no han tenido un control adecuado de sus niveles de glucosa en sangre durante un largo período. La mácula es la parte de la retina que permite ver con claridad los detalles y los colores. En esta condición, el aumento de la glucosa en sangre daña los vasos sanguíneos pequeños de la retina, provocando que estos se filtren. Como resultado, el líquido y las proteínas se acumulan en la mácula, causando hinchazón, lo que afecta la visión central.
Síntomas comunes del edema macular diabético:
Tratamientos comunes: El tratamiento busca reducir el edema y prevenir daños permanentes. Algunas de las opciones incluyen:
La neovascularización se refiere al crecimiento anormal de nuevos vasos sanguíneos en la retina, lo cual puede ser una complicación grave de la maculopatía diabética. Este proceso generalmente ocurre cuando los vasos sanguíneos existentes en la retina se dañan por la diabetes. Para compensar el daño, el cuerpo trata de formar nuevos vasos sanguíneos, pero estos son anormales, frágiles y más propensos a filtraciones. En el caso de la neovascularización, estos vasos anormales suelen crecer hacia la retina y hacia la mácula, lo que puede causar una serie de problemas adicionales:
Tratamiento de la neovascularización:
La maculopatía miópica está asociada a la miopía alta, una condición en la que el ojo tiene una forma más alargada de lo normal. Esta elongación del ojo puede estirar y debilitar la retina, especialmente la mácula, lo que conlleva a cambios degenerativos en esta zona. Las personas con miopía alta corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos maculares, como la formación de áreas degenerativas o la ruptura de la retina, que pueden afectar gravemente la visión central y ser irreversibles.
Existen diversas enfermedades genéticas que afectan la mácula, conocidas como distrofias retinianas, que pueden llevar a una pérdida progresiva de la visión desde etapas tempranas de la vida. Un ejemplo destacado es la enfermedad de Stargardt, que es una distrofia macular hereditaria que suele manifestarse en la infancia o adolescencia. Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de depósitos en la mácula, lo que provoca una pérdida de visión central. Además de la enfermedad de Stargardt, otras condiciones hereditarias como la retinosis pigmentaria también pueden afectar la mácula, aunque suelen impactar a toda la retina.
Las causas de la maculopatía varían según el tipo, pero los principales factores de riesgo incluyen:
Los síntomas varían según el tipo y la gravedad, pero los más comunes incluyen:
Para detectar la maculopatía, los especialistas en oftalmología emplean varias pruebas:
El tratamiento varía según el tipo de maculopatía. Algunas opciones incluyen:
Si bien algunas formas de maculopatía tienen un componente genético, adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo:
La maculopatía es una afección que puede comprometer seriamente la visión si no se detecta a tiempo. Conocer sus síntomas, factores de riesgo y visitar un Centro Especializado en Retina y Vítreo, permite actuar de manera preventiva y acceder a tratamientos efectivos. Mantener un estilo de vida saludable y acudir a una consulta oftalmológica son claves para preservar la visión a largo plazo. ¡Te esperamos!
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